miércoles, 6 de marzo de 2024

¿Ultima batalla de Fantasy 8ª Ed.?

El pasado 02/01/2024 tuvo lugar la "Tradicional Partida Navideña" que desde tiempos inmemoriales intentamos organizar en Sevilla en formato multijugador. (no confundir con la "Clásica Partida Navideña" en Madrid).

En esta ocasión optamos por un enfrentamiento monotemático y los ejércitos elegidos fueron Enanos y Condes Vampiros. Como fuimos 6 jugadores, cada bando contaban con 3 generales y 3 contingentes de 1500 puntos, con la única limitación de un sólo General y Portaestandarte de Batalla por bando. De este modo se simplificaba la organización y despliegue... y asegurábamos 100% pintado.

Bando Enano: Carlos (con sus minis), Urulf (con sus minis) y Alfredo (con las minis de Luis)

Bando Vampírico: Luis (con sus minis), Miguel (con sus minis) y Aurelio (con las minis de Luis)

La batalla quedó vista para sentencia a partir del turno 3-4, pero Luis se empeñó en alargarla (sólo quedaban sus tropas) hasta el turno 6 mientras Miguel y yo íbamos a por la cena.

El despliegue, como "sólo" eran 4500 puntos por bando, se hizo unidad a unidad de forma alterna, en un campo de batalla que en modo despedida de la abandonada Campaña, simulaba las proximidades de la entrada de Karak-ocho-Picos, con zonas montañosas y pasos laterales no transitables.


En el bando de la No Muerte se optó por un centro fuerte con dos líneas de bloques de infantería, para desgastar con la primera fila y rematar con la segunda, con los personajes potentes en esta oleada, dejando los flancos con lobos espectrales, carruaje negro, vargheists y murciélagos gigantes.


Enfrente, los Herederos de Grugni dispusieron una sólida línea de barbas y metal, acompañadas por pocas piezas de artillería y una importante presencia de la Royal Air Dwarf (4 girocópteros) para molestar al máximo los avances de la tambaleante horda y aprovechar los cañones de vapor contra la R3 y poca armadura de esqueletos y zombis.


Tras los movimientos de Vanguardia, se ve que los Enanos jugaban en casa, porque tomaron la iniciativa y avanzaron algo los voladores, muy poco la fila de infantería, y poco éxito en las piezas de artillería que tenían algún enemigo al alcance. Los Espectros Cruzadores parecían causar algo de inquietud, por lo que hubo mucha inquina con las armas runadas hacia ellos.

En el primer turno No Muerto, se empezó a avanzar (con la velocidad habitual de los muertos, claro). El comienzo del drama se gestó en la fase de Magia, cuando había que empezar a aumentar el tamaño de las unidades, y el hechizo más interesante del Nigromante de Nivel 4 fue destrozado por la runa enana. Luego en otro hechizo interesante, pero menos, la Energía Total inesperada provocó que el mismo hechicero se quedara sólo con 2 hechizos (no muy útiles, la verdad) y tocado... magnífico comienzo.


En el turno segundo el flanco izquierdo enano, quizás más audaz por la presencia de los Matadores, avanzó hasta los bosques apoyados por los Dracohierros, dejando a los Espectros Cruzadores a su espalda. El resto de la línea dio un pasito más en el Centro, pero el flanco derecho se mantenía expectante en un duelo aéreo entre girocóperos y criaturas aladas. El cañón, eso sí, se llevó por delante de un solo tiro el Carro de Cadáveres reduciendo aún más la eficacia de la nigromancia.


Los No Muertos avanzaron y, confiando en aumentar sus huestes durante la fase de magia, fueron agraciados con una ridícula cantidad de dados gracias a los Vientos de la Magia, de modo que consumido el primer tercio de la contienda, ya se empezaba a vislumbrar por dónde iría la cosa...


En el tercer turno empezaron las hostilidades cuerpo a cuerpo, pero sólo de lo que quedaba de las avanzadillas de las unidades de vanguardia, de manera que lo único que se consiguió fue un bloqueo o concentración de tropas en determinados puntos del campo de batalla.


Las tropas no muertas pudieron por fin cargar en el centro, confiando no tanto en romper la línea enana, sino en causar suficientes bajas como para no perder demasiado en las resoluciones de los combates, mientras se seguían aumentando las tropas propias, o recuperando bajas. Los Vientos de la Magia fueron tan favorables que se logró reunir el máximo posible de dados de energía, se hizo un reparto sesudo y óptimo... pero curiosamente no se logró lanzar ni un sólo hechizo. Si con 3 dados había que sacar más de ocho, pues de siete para abajo; si con 2 dados se buscaba un cinco o más, pues de cuatro para abajo... baste decir que los enanos ni siquiera gastaron sus dados de dispersión. Y así, quedó sellada la batalla en pleno turno 3.


Aguantar el desgaste de tropas baratas (o no tan baratas) sin contar con la magia para reponer las bajas hizo de los combates en el turno 4 una auténtica escabechina. Mención especial para el personaje Matadragón que, al estar bloqueada al movimiento su unidad, decidió cargar él solito a la unidad de esqueletos con una hermosa Vampiresa. Adelantando acontecimientos, y a base de desafíos, se llevó por delante el campeón de la unidad y ya pueden suponer en turnos posteriores qué pasó con esta aventura...


Poco a poco las tropas esqueléticas fueron deshaciéndose. La Vampiresa trabada ya en singular desafío con el Matador pasaron varios turnos tonteando, pues aunque el enano superaba el chequeo de psicología con penalizadores para pegar, luego no hería, y la vampiresa tampoco causaba heridas. La fase de magia volvió a ser inocua, pues quedaban menos hechiceros vivos y además hubo pocos dados de energía.

Ya con la Vampiresa finiquitada, la imagen en general del campo de batalla fue siendo similar a la que se dio con la unidad de esqueletos privada de sus personajes y rodeada por barbudos energúmenos.


Con todo perdido y sólo por coraje, creo que le tiramos el murciélago gigante que quedaba y el carruaje negro (escondido todo este tiempo por miedo a los cañones hasta que los Vargheists se los cargaron) que al menos a base de alimentarse de la magia negra tenía ya cuchillas, salvación invulnerable... 


Creo que al final murió el dichoso matador, no lo sé, no lo recuerdo o ni me quedé a verlo porque fui a por la cena (mucho más importante). A la vuelta estaba Luis con lo que quedaba de sus tropas en el centro de la mesa (los tumularios que son más duros y algún vampiro) intentado mantener la dignidad. No contamos puntos, pero seguramente sería una masacre, más que nada porque las bajas enanas fueron un picoteo de máquinas y si acaso medias unidades, mientras que los no muertos fueron diezmados sin piedad.


Momento estelar y preciosista en el flanco derecho de los Vampiros que quedó de recuerdo para los anales... ¡maldito Matador de cresta naranja!

Como reflexión, y teniendo en cuenta que no jugaba con No Muertos desde que tenían un libro unificado y Nagash era un personaje violeta, sólo puedo decir, malas tiradas aparte en la fase de magia crítica, que lanzarse al combate tan pronto no era lo adecuado. Hay que lanzarse después de haber incrementado las masas de esqueletos y zombis, pues si había pocas piezas de artillería y el daño era asumible, no tenía sentido empezar combates de desgaste tan pronto y sin haber engordado las filas.


Pero como siempre, un place, un gustazo y una maravilla jugar con todo pintado en mesas con buena escenografía... ¿habrá sido nuestra última experiencia en Warhammer Fantasy 8ª Edición con la llegada del Viejo Mundo?

2 comentarios:

  1. Un gran día, como siempre que quedamos para este tipo de eventos. El personaje matador iba de estreno, como muchos de los enanos. Al final cayó, pero sostuvo nuestro flanco izquierdo prácticamente en solitario.

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    1. El verdadero premio de dedicar tiempo a la pintura es el poder estrenarlo en mesa... estreno memorable tuvieron tanto tu Matador como la Vampiresa

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